El sitio web de la UCLM utiliza cookies propias y de terceros con fines técnicos y de análisis, pero no recaba ni cede datos de carácter personal de los usuarios. Sin embargo, puede haber enlaces a sitios web de terceros, con políticas de cookies distintas a la de la UCLM, que usted podrá aceptar o no cuando acceda a ellos.

Puede obtener más información en la Política de cookies. Aceptar

Justificación del título

JUSTIFICACIÓN DEL TÍTULO

 

La importancia del turismo en España y su relevancia a nivel mundial es incuestionable. En 2016, España fue el segundo país receptor de turismo internacional en cuanto a ingresos, y ocupó la tercera posición en número de llegadas, según los datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT). En 2017, España asciende de la tercera a la segunda posición en términos de llegadas, con 81,8 millones de viajeros, y mantiene el segundo puesto en ingresos, con 58.620 millones de euros, haciendo del país el segundo mayor destino del mundo, tanto por llegadas de turistas internacionales, como por ingresos (OMT). La clasificación de la OMT mostraba que ambos puestos los mantendría con toda seguridad en 2018.

 

El turismo se configura como uno de los sectores clave, estratégicos y más dinámicos de la economía española, contribuyendo a la creación de empleo, a la riqueza nacional y al desarrollo socioeconómico. El sector turístico cerró el año 2018 con un nuevo crecimiento de la actividad. A la espera de datos definitivos correspondientes a dicho año, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) había previsto que la contribución total del turismo al PIB español aumentara un 2,9% en 2018 y un 2,3% de media anual hasta 2028. En 2017, la aportación directa del sector en España se incrementó en un 7%, hasta 62.400 millones de euros, lo que representa un 5,4% del PIB. Alrededor de 172.900 millones de euros aportó a la economía española en 2017, si se incluyen efectos directos, indirectos e inducidos -un 5,7% más que en 2016-, lo que supone un 14,9% del PIB, según el informe anual del WTTC.

 

En materia de empleo, el 4,9 % de los puestos de trabajo (930.500) correspondieron el año 2017 a la aportación directa del sector turístico. La contribución total alcanzó los 2,8 millones de empleos, un 15,1% de la totalidad de los existentes. A la espera de datos definitivos, el WTTC manifestó que la aportación del turismo en términos de empleo crecería en 2018 un 2% -si solo se tiene en cuenta su contribución directa- y un 3,7% -si se incluyen los efectos indirectos e inducidos-. Por otra parte, el sector de viajes y turismo invirtió el año 2017, 18.400 millones de euros en España. Es, además, el turismo uno de los sectores que más empleo genera en el país, al concentrar a 2,5 millones de trabajadores; estos datos ponen de manifiesto que el citado sector ha mostrado una gran resistencia frente a la crisis. En efecto, desde 2009 a 2016, su nivel de ocupación se incrementó un 13,4%, pasando de 2,1 millones a 2,5 millones, mientras que en el resto de actividades económicas se redujo un 6,2%, según datos recogidos por Exceltur. Por otra parte, tal y como constata el INE, por cada 100 empleos directos que se crean en el sector turístico, se generan 69 empleos adicionales en otros sectores. El sector turístico origina el 13,3% del empleo nacional, gracias a los 2,5 millones de empleados en las ramas relacionadas con el turismo, a la cabeza de los países de la OCDE. Su carácter estratégico no solo se basa en su papel central en el sistema económico y como motor del mercado laboral, sino también en su transversalidad y en el gran efecto de arrastre y multiplicador que genera sobre el resto de actividades productivas, además de impulsor de la cohesión y el equilibrio territorial por su extensión sobre el conjunto de la economía española.

 

La evolución positiva que experimenta el turismo español obedece a causas diversas, así como a una combinación de factores de distinta naturaleza; entre ellos, es dable mencionar las buenas conexiones habidas en el transporte, la calidad de la oferta, la experiencia del sector, así como la colaboración entre las administraciones públicas y las empresas privadas, que han realizado una loable labor de promoción y captación.

 

Por otra parte, y según el estudio de Impactur, elaborado por el Gobierno regional de Castilla-La Mancha en colaboración con Exceltur, y presentado en 2018, el sector turístico de Castilla-La Mancha aporta 2.382 millones de euros. Un 7,4%, al PIB regional. Este dato se cifra en un incremento progresivo del empleo de carácter multiplicador, ya que, de cada 100 empleos creados en ramas de contacto directo con el turismo, se generan 36.2 empleos en otros sectores. El estudio destaca el papel dinamizador del sector dentro de la economía regional tras enlazar cuatro años de crecimientos interanuales, especialmente intenso en 2016, lo que ha permitido recuperar y superar los volúmenes de actividad turística perdidos los años 2011 y 2012. Ha sido el incremento del gasto turístico en Castilla-La Mancha lo que ha favorecido la generación de empleo; un 5,4% más que en 2015, muy especialmente en las dos principales ramas de actividad turística por volumen de contratación, como son el alojamiento y la restauración.

 

En Castilla-La Mancha, según se ha manifestado por parte del Gobierno regional, el sector turístico es una pieza clave para la región, que tratan de impulsar con el objetivo de transformar la comunidad autónoma en un destino de referencia mundial. Una forma de incentivarlo es, precisamente, mediante la formación especializada. Este sector se desarrolla en un mercado cada día más competitivo y versátil, donde la oferta de empresas y destinos turísticos crece más rápido que la demanda; por ello, se hace necesario competir añadiendo valor a los recursos turísticos para convertirlos en ventajas competitivas, que garanticen la competitividad sostenible de empresas y destinos turísticos. Y en esa mejora e incremento sostenible de la competitividad, juegan un papel primordial las personas, potenciales profesionales y trabajadores y trabajadoras del sector; todos/as ellos/as demandan una formación académica y profesional adecuada y de calidad.

 

En Cuenca -declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO- y su provincia, el sector turístico representa una actividad estratégica para la recuperación económica, con capacidad para generar un valor añadido al conjunto del turismo que se desarrolla y consolida año tras año en este espacio locativo. Solo la provincia de Cuenca tuvo en 2016 más de quinientas mil pernoctaciones en alojamientos hoteleros, con un incremento con respecto al año anterior de un 11%. Esto, evidentemente repercute, en el empleo y en su crecimiento económico. Tratándose de alojamientos en turismo rural, Cuenca ha sido una de las tres capitales de provincia que mejor comportamiento ha tenido en todo el territorio nacional y ha batido récords históricos tanto en viajeros como en pernoctaciones. Esa es la apuesta que hay que hacer desde las administraciones, y otras instituciones de naturaleza pública y privada, también desde el ámbito universitario, porque no cabe duda de que el turismo permite  generar crecimiento económico y mejora el empleo, desde una óptica no solo cuantitativa, sino también cualitativa; crecimiento económico y calidad en el empleo son factores que coadyuvan al progreso de la oferta turística y que garantizan la consolidación de un turismo sostenible en la ciudad y en la provincia de Cuenca.

 

La Universidad de Castilla-La Mancha no ha sido ajena a la importancia que reviste la actividad turística para la sociedad en su conjunto, ni a la trascendencia socioeconómica de un sector al alza cuya transversalidad le dota de una complejidad evidente. Las aportaciones de la Universidad actúan en una doble dirección: de una parte, la Institución ha dotado de los medios adecuados a su profesorado para que adquiera un formación multidisciplinar en el sector turístico, lo que ha supuesto que contemos con personal docente e investigador -PDI-, la mayoría con el grado de doctor/a, que ha desarrollado y desarrolla con éxito su actividad investigadora en el campo turístico, gozando de una reconocida proyección nacional e internacional, no solo en el espacio académico, sino también en otros ámbitos de la sociedad. Y, de otra parte, se está garantizando en la actualidad a los/as estudiantes una formación académica especializada en el ámbito turístico a través del Máster Universitario en Dirección de Empresas Turísticas, que se imparte en la Facultad de Ciencias Sociales de Cuenca, desde el curso académico 2018/19. Esta formación incrementará sus potenciales beneficiarios/as a través de esta propuesta de Grado en Turismo, para su impartición en la precitada Facultad. Grado y Máster garantizan una formación actualizada, completa, transversal y multidisciplinar, que incrementa las posibilidades de empleo y de emprendimiento de nuestros/as futuros/as egresados/as.

 

En la Universidad de Castilla-La Mancha, y de forma específica en la Facultad de Ciencias Sociales de Cuenca, ya se han desarrollado varias experiencias en esta materia, como la organización del Congreso Internacional de Investigación en Turismo y Medio Ambiente, en los años 2008 y 2009; o la celebración de numerosos cursos de verano en materia de turismo “Marketing turístico e internet” en 2010, “Marketing turístico: mercados y experiencias empresariales” en 2013, “Retos y oportunidades en gestión turística del siglo XXI” en 2014; deben mencionarse, asimismo, el “Curso de Especialista en Gestión de Empresas Turísticas” en el curso académico 2017/18,  y el Ciclo de Conferencias que desde el curso académico 2016/17 se celebra en la Facultad con periodicidad semanal y que ha contado con la presencia de ponentes de calidad y de reconocido prestigio en el sector turístico. Todo ello permite ofrecer un programa maduro y bien diseñado del que son beneficiarios el alumnado y el profesorado .